on jueves, 7 de junio de 2012

Argumento escaso sin prisa alguna,
resquicios de tristeza duermen escondidos,
aquel efímero sonido cesa,
como era de esperar fue despedido.

En la esquina olvidada,
lucía aquel espanto,
ilustre algarabía de llanto.

Volaban los recuerdos,
acababa el sufrimiento,
lucía la mañana después de aquella
extraña madrugada.

No sé bien lo que pasó,
zócalo manchado de sangre,
húmedo aire envolvente
encasillado en el salón,
la noche cayó,
aunque más nunca despertó.


Araceli Valenzuela Ortega 3º D